martes, 31 de diciembre de 2019

"Pedís y no recibís porque pedís con uvitas..."

"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites"
(Stg 4:3)

Cuando Santiago dice que “piden mal” no está hablando de la “técnica” al hacer la oración, sino de la intención del corazón. Es decir, “pedir bien” no hace referencia a la estructura o volumen de la oración, ni tampoco a la seguridad con que se pide lo deseado, ni siquiera a las palabras que se utilizan.

La frase “porque pedís mal” puede también traducirse como: “pides con malignidad” o “pides sin misericordia”.

Jesucristo dijo que el secreto de la oración contestada está en que “permanezcamos en Él y sus palabras en nosotros” (Juan 15:7). Jesús ya había enseñado cuál era el propósito de la oración: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo” (Juan 14:13, énfasis añadido).

Eso es lo que Santiago está diciendo: pides y no recibes porque no estás pidiendo algo en lo que el Padre pueda ser glorificado, sino que estás pidiendo cosas en las que tú buscas tu propia gloria.

Pues pidamos, pero pidamos cosas que glorifiquen a Dios (además eso siempre nos beneficia porque Dios es bueno, siempre bueno)

sábado, 19 de octubre de 2019

¿Libres de qué...?

Hace muchos años, alguien a quien yo respetaba y admiraba me dijo: "eso del cristianismo ha ayudado a mucha gente (drogadictos, alcohólicos, etc.) pero a otros les ha arruinado la vida...".

Recuerdo haber estado de acuerdo. Al final de cuentas quienes lo necesitaban, habían encontrado en el cristianismo una manera de ser libres ("pobrecitos ellos" pensaba) pero nosotros -"la gente bien"-, no necesitaba eso, y quienes se convertían al cristianismo sólo hallaban un manera de encerrarse y privarse de una vida libre...

Cuánto me parecía a los fariseos de Juan 8. Cuando Jesús les dice que conocerían la verdad y ésta los haría libres (checa este link si no has leído esa entrada) ellos contestan seguros y confiados: "Jamás hemos sido esclavos de nadie" (Jn 8:33)

PERO...
(siempre hay un "pero")

El problema es que a veces nos acostumbramos tanto a nuestra propia esclavitud que el mero hecho de ver que nuestra celda es más amplia que la de al lado parece hacernos creer que somos libres. Nos acostumbramos tanto a juzgarnos en relación a otros, que al mirarnos a su luz pareciera que no somos esclavos. (Los fariseos veían a los esclavos de la sociedad como prisioneros y al verse a sí mismos olvidaban que estaban bajo el yugo de Roma... sólo porque no tenían grilletes)

"Todo el que hace pecado, esclavo es del pecado" contestó Jesús.

Yo hubiera respondido... "bueno, es que lo que tú llamas pecado en realidad para mí no lo es, tú eres de mente limitada y te gustan los límites. Yo, en cambio soy libre".

Cuán equivocado estaba. Yo pensaba que volaba pero en realidad estaba en caída libre (y admitamoslo, por unos instantes ambas cosas pueden parecerse).

Fue hasta que Su luz  (Juan 8:12) me sacó de las tinieblas que comencé a ver mi propia realidad... y sólo entonces, ante la libertad verdadera, vi cuán esclavo era.

La gente no necesita comprender su esclavitud (hubiera sido imposible convencerme de que no volaba), sino ser alumbrada por la Luz del Evangelio. Al final de cuentas, nadie puede liberarse a sí mismo, sino que es el Hijo quien puede hacernos verdaderamente libres.

martes, 8 de octubre de 2019

¿Una verdad o La Verdad?

Hay una multitud de cosas que creemos desde niños y que años después nos damos cuenta de que son falsas verdades.
Es algo tan común que en internet hay una gran cantidad de videos que buscan desmitificar esas verdades que nos han acompañado desde tiempos inmemoriables. Es bueno abandonar esas creencias y abrazar la verdad que ahora se nos enseña. No por nada se dice: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" ¿no es verdad?

PERO...

(Siempre hay un "pero")
"Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" es una frase que se utiliza en muchos contextos y de muchas maneras, pero cuando Jesús la dice en Juan 8:32, la dice con un sentido muy claro y con un propósito muy definido.

Comencemos notando que Jesús no está diciendo que es necesario conocer una verdad (o varias verdades) para ser libres, sino que dice con claridad: "La" verdad. No una de las muchas verdades naturales que podríamos descubrir sino La verdad, única y definitiva.

Además, Jesús no habla de "la verdad" como un concepto que debemos comprender sino como una persona a la que debemos escuchar y creer; verás, unos versículos más adelante (en el v. 36) lo aclara diciendo: "Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (El Hijo = La verdad)

Las verdades naturales nos libran de algunas ignorancias pero no pueden traer la libertad genuina que Sólo Cristo puede traer. Ese "verdaderamente libres" sólo viene cuando conocemos cotidianamente a Cristo, quien es La Verdad (única verdad) que nos hace verdaderamente libres.

¿Libres de qué? podría decir alguien... buena pregunta, de la que hablaremos pronto, en otra gotita.


lunes, 30 de septiembre de 2019

El amor cubrirá multitud de pecados

Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. (1 Pedro 4:8) 


Sabemos que Cristo pagó por nuestros pecados en la cruz ¿De qué hablamos cuando hablamos de cubrir pecados con amor?

Bueno, comienza hablando de la importancia de tener ferviente amor entre nosotros, y luego nos dice la razón: porque ese amor ferviente cubrirá multitud de pecados. (Aquí "ferviente" es la traducción de una palabra que da la idea de algo que se estira, que se extiende, que persevera)

Verás, día tras día y vez tras vez, todos pecamos. Y muchas veces ese pecado va directamente contra las personas que están cerca. Es verdad que sabemos que Dios nos perdona, pero aún así nuestro pecado puede lastimar profundamente a quienes nos rodean.

A veces son equivocaciones que cometemos... pero otras veces simplemente es pecado, sin atenuantes.

Esto lo puedes ver también desde el otro lado: La gente que está alrededor de ti va a pecar contra ti. A veces serán equivocaciones sin querer... otras serán simplemente pecado. ¿Qué hacer?

Pues hacer lo que nuestro Señor nos indicó: tratarles de la manera en que nosotros quisiéramos ser tratados. En palabras de Pedro esto es: cubrir sus pecados con amor ferviente.

¿Cuesta? Sí.
¿Duele? Por supuesto.

Pero da libertad, refleja el amor de nuestro Dios y nos permite ser como luminares en medio de una generación maligna y perversa.

Si solo amamos cuando somos amados, y sólo amamos a quienes nos aman... ¿entonces qué diferencia hay entre los cristianos y los demás?


viernes, 12 de julio de 2019

Acerca de las Guerras Médicas y la caída de Jerusalén en el año 70

Hace unos días en un curso sobre escatología tocamos tangencialmente algunos temas relacionados con la historia antigua y quedé en colocar aquí algunos podcasts que pueden servir como punto de partida para comenzar a investigar esos hechos.

Como siempre sucede, cada hecho histórico tiene una interpretación sujeta al ojo del historiador (de un lado sólo se ven héroes y desde el otro lado de la ribera sólo se ven tiranos...) pero creo que estos audios están suficientemente balanceados como para darnos un buen punto de partida.

Los audios son de Histocast (si le das click vas directo a su página), un podcast acerca de historia militar que sigo desde hace algunos años. En su página puedes buscar los audios organizados por temporadas anuales o a través del buscador temático.

Los podcast de los que hablamos en clase

Acerca de el asedio a Jerusalén y su destrucción (lo que se conoce como la I Guerra judeo-romana) está este primer audio:


Acerca las Guerras médicas (Las invasiones persas a Grecia) hay dos audios (el segundo es el que hablamos en clase)





Al ver la extensión de los audios tal vez te puedas desanimar pero si lo descargas a tu teléfono y los vas escuchando de a poco en los trayectos que tengas en el tráfico o cuando tiendes la ropa o sacas a pasear al perro te darás cuenta de que el tiempo pasa volando.

Bendiciones