sábado, 21 de enero de 2012

El ejemplo de Tabita

Esta semana en Semilla de Mostaza, pudimos ver a cientos de personas sirviendo hasta el cansancio (y aún más allá del cansancio), todos enfocados en dejar listo el nuevo edificio listo para proclamar el evangelio. Ese ir y venir de personas subiendo, pintando, limpiando, etc. me recordó algo que quisiera compartirles:

En el poco tiempo que llevo sirviendo a Dios en la iglesia he tenido el privilegio de participar en distintos tipos de actividades y conocer a un sinnúmero de servidores, pero también he podido ver -y lamentar- la ausencia de algunas personas que en algún otro tiempo eran muy activos en cuanto a su servicio a Dios y que ya no están (ni siquiera medianamente cerca)

Recordé a Tabita (también llamada Dorcas, Hechos 9:36-43). Ella era una servidora incansable, había sido un canal de abundante bendición a muchos alrededor... pero ahora estaba muerta.
A lo mejor eres de aquellos que sirvieron incansables hace tiempo, pero ahora estás muerto (por la razón que sea). Si  ese es tu caso, ora para que puedas escuchar la voz de Dios diciendo: "levántate"

No importa qué tan grande fuiste en el pasado, o cuánto tiempo y a cuántos serviste; lo que importa es levantarte y darle gloria a Dios HOY (fíjate el resultado en los v.41-42)

No esperes más, todavía hay gente a la que hay que predicarle el evangelio, todavía hay gente a la cual hay que atender y servir. Para Tabita lo mejor que podía sucederle era estar muerta: estaba en la presencia de Dios, no tendría que preocuparse por un cuerpo que se duele, que se cansa, etc... pero ella "murió a su muerte" para continuar sirviendo. Toma ese ejemplo y comienza a servir.

Qué bonito sería si dentro de un año -o dos, o tres, o más-, cuando hagamos alguna actividad en la iglesia, pudiésemos ver a los mismos que vimos esta semana pasada, sirviendo con el mismo tesón, el mismo aplomo y el mismo ahínco con que los vimos esta semana; al final de cuentas, seguimos teniendo el mismo Dios verdadero (que sigue siendo Dios y sigue siendo verdadero)... y sigue siendo merecedor de la Gloria, por los siglos de los siglos, Amén.



lunes, 16 de enero de 2012

Limpiando el nuevo lugar de Semilla

Semilla de Mostaza, la iglesia a la que pertenezco, había estado orando por varios años que Dios proveyera de un lugar permanente, donde poder tener espacio suficiente para discipulados, alcances evangelísticos (también urgía un lugar amplio para las reuniones generales), etc. Por fin hace un par de meses se firmó el contrato y el próximo domingo estaremos teniendo nuestra primera reunión en un lugar que sin ser nuestro, se siente como propio.
(si deseas más información acerca de la ubicación del nuevo lugar y cómo llegar y etc, por favor revisa este enlace: http://www.semillaonline.org/site/index.php?option=com_content&task=view&id=434&Itemid=145)

La cuestión es que, a una semana de tener nuestra primera reunión en este nuevo lugar, el sábado 14 de enero (ayer) la iglesia fue a limpiar el edificio donde estaremos reunidos, aquí están algunas fotos de esa jornada:



Orando por la gente que oirá el evangelio en este lugar

limpiando el puente sobre Av. San Antonio
La basura debajo del puente (al fondo,
ese edificio rojo, es Semilla de Mostaza)
Llevando la basura del puente (ya limpio, se nota)




Había un poco de polvo...


La parte de afuera, por ahí entraremos a la iglesia
Pintando 


Escuchando las instrucciones

Pintando Club Semilla
pintando Club Semilla




Repartiendo el agua para limpiar vidrios y pisos





sábado, 14 de enero de 2012

Cuando dudas de tu fe

¿Alguna vez has dudado de tu fe? ¿Cómo trata Dios con nosotros cuando las dudas nos inundan?
Por mucho tiempo pensé que cuando atravesaba esos tiempos de dudas Dios se ofendía conmigo, como si me dijera (en un tono de regaño): "¿Otra vez estás dudando? ¿No es suficiente lo que hice, que ahora dudas de mí? ¡qué te sucede, cómo es posible!"...

Por ello, cuando me sentía dudando en mi fe lo que hacía era tratar de negar eso y así "engañar" a Dios (como si eso fuese posible)
Pero, me encanta, que Dios nos muestra en Su Palabra un episodio en que los discípulos están dudando y me gustaría que lo revisáramos para ver cómo reacciona Jesús ante esa duda; el pasaje está en Mateo 28:16-20

"16Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén"
Los discípulos ya habían visto a Jesús resucitado y sabían por qué adorarle... pero algunos dudaban:
La respuesta de Jesús ante ellos es sencilla:

1. Les recuerda que Él es quien tiene toda autoridad, por tanto, la confianza de los discípulos no depende de su capacidad de no dudar, sino de la fidelidad de aquél que los amó y los llamó (versículo 18)

2.  Les recuerda cuál es la voluntad y el propósito de sus vidas: hacer discípulos, es decir, hace que quiten los ojos de su propia miseria y los pongan en el autor y consumador de la fe y la gran comisión a las que Él los envía. (versículo 19)

3. Les recuerda que Él está con ellos todos los días hasta el el fin del mundo. (versículo 20)

La respuesta de Cristo no es un regaño por las fallas de los que dudan, sino un llamado de aliento: Él es quien tiene toda autoridad, por tanto, Él es quien hace el encargo y pone la agenda y esto es posible sólo porque Él está con los discípulos todo el tiempo, no sólo cuando no dudan.
Una vez más podemos ver que no se trata de nosotros, sino de Él porque sólo Él es digno de llevarse toda honra y gloria.

¿Has dudado de tu fe? ¿estás dudando de Dios? Sólo regresa a la sencillez del evangelio: Dios te amó, no porque fueses digno de ser amado, no por lo que Dios iba a ganar contigo, no por lo que te ibas a convertir, no por lo mucho que harías después... Dios te amó porque Dios es amor; y nuestra confianza descansa en Su Fidelidad, no en nuestra fidelidad, así que, no dudes
                                          cree
                                                              y
                                                                               descansa.