viernes, 18 de marzo de 2016

El tiempo devocional - ¿Cómo hacer tu devocional? (Parte 5)

Terminaremos esta pequeña serie acerca de "Cómo hacer tu devocional" hablando acerca de la necesidad de guardar el significado del mensaje en el contexto.

Una de las creencias más comunes acerca de "escuchar a Dios" es que al leer en mi Biblia voy a encontrar una frase que conteste mis dudas o provea sabiduría. Eso podría suceder en el libro de Proverbios porque ahí tenemos enunciados cortos (o pequeñas sentencias) que en muchos casos funcionan independientes de los versículos previos, pero en la mayoría de los libros de la Biblia las palabras, las frases y las oraciones funcionan y cobran sentido a través de la comprensión del contexto. Por ello, la búsqueda de frases inspiradoras puede ser una aventura que termina distorsionando el texto y nos lleva a "hacerle decir a Dios cosas que no dijo".

En este video veremos brevemente algunos peligros de sacar las frases de contexto. Si deseas ver la serie completa puedes darle click a este enlace. Espero que esto haya sido de utilidad.

Aquí está el último video de la serie:

lunes, 14 de marzo de 2016

Lobos vestidos de ovejas (repost de una nota de Carlos Lenin)

Hace algunos días mi amigo, el pastor Carlos Lenin (@Lenux_reloaded), publicó esto en el blog de Semilla de Mostaza Monterrey (En el siguiente link puedes ir a la página donde encontrarás el blog, conferencias y otras cosas: Semilla de Mostaza Monterrey)

Creo que es de vital importancia para cada uno de nos
otros el leer esto y considerar nuestro camino a la luz de la Luz verdadera que puede mostrar lo que nuestro corazón engañoso podría esconder.

A continuación transcribo el post:

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” – Mateo 7.15

LA ADVERTENCIA

Así salió de los labios del buen pastor esta advertencia que a menudo se cita para referirse a algún predicador famoso que enseña mala doctrina, o una perversión del evangelio de gracia. Sin embargo, Jesús no dijo que los falsos profetas vendrían vestidos de pastores sino de ovejas.

Por supuesto, esto no significa que no habrá voces peligrosas desde el púlpito, pero es relativamente fácil identificar un error allí, voluntario o involuntario (ver Juan 7.17); No obstante parece que los cristianos “bajan la guardia” con las ovejas, después de todo… son ovejas. Por ello creo que el mayor daño podría venir no del altar, sino de las bancas, donde estos lobos se hacen pasar por ovejas: inofensivas, inocentes, vulnerables e incluso heridas. ¿Cómo reconocer a estos expertos del disfraz? Por sus frutos.

“¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” – Mateo 7.16

OVEJA POR FUERA, LOBO POR DENTRO

Una oveja oye la voz del pastor y lo sigue (Juan 10.27), puede ser débil, pequeña o testaruda, pero jamás será peligrosa para su pastor o para otras ovejas. Una oveja podría incluso tener la tendencia a alejarse del rebaño o ir hacia el peligro, pero jamás acarrearía tras sí a las demás.

Estas “pseudo ovejas” hacen exactamente lo contrario: siempre atacan la enseñanza de su iglesia, las decisiones del liderazgo, el hecho de que la iglesia es muy grande (o muy pequeña),  de que “no les permiten servir”, aunque no se discipulan o dejaron de hacerlo porque la inconformidad y desconfianza de su parte con la iglesia es demasiado grande, a un grado irreconciliable. ¿Captas el cuadro?

Alguno dirá: “Todos tenemos algún desacuerdo con nuestra iglesia eventualmente, después de todo ninguna iglesia es perfecta”. Esto es cierto, y hay maneras sanas de tratar con esas diferencias (hablar la verdad en amor, madurar, perdonar, etc;) pero el escenario que estamos describiendo no es ese, sino el de una persona que suelta tanto veneno que todo el abrevadero donde las ovejas beben se contamina. En conclusión: el fruto de estas personas es malo.

PARA VERTE MEJOR

Sé que esto no lo vas a encontrar en la Biblia pero lo vas a encontrar en la experiencia. Estas personas normalmente son “lindas e inofensivas” como la abuela del conocido cuento de Caperucita Roja. Crean una ilusión alrededor de sí mismas y no sólo despertarán tu empatía sino una necesidad de estar con ellas, o ellas te necesitan demasiado después de todo “tú les haces tanto bien”. Te invitarán a “tener comunión” o un “inofensivo estudio Bíblico” en su casa, sin toda esa “maquinaria, frialdad e institucionalismo”… “¡no estamos plantando una iglesia!” – te dirán, sin embargo sucede que esas actividades son en horarios de reunión de la iglesia. ¿Pero cómo decirles que no? si han mostrado tanto interés en ti: tienen ojos muy grandes para verte mejor, más que los hermanos de tu iglesia que no te ponen atención, tienen orejas muy grandes para oírte mejor que tu pastor o tu discipulador, pero también tienen una boca muy grande… no sólo para destrozar la confianza en tu iglesia local, sino para devorarte a ti.

“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. – 1 Timoteo 4.16

domingo, 13 de marzo de 2016

Alex y los puntos...

La verdad es que solamente Alex se preocupa por los puntos. A nadie más le interesa saber lo que un punto logra a lo largo de su pequeño diámetro o si es capaz de desarrollar un pensamiento más complejo que eso que le llaman un simple punto de vista (...o vista de un punto).

La "gente bien" tampoco se preocupa por lo acertadas o desatinadas que pueden llegar a ser las opiniones de los puntos, o si son importantes o jitanjáforas gastadas que sólo sirven para elevar los silencios, pero eso sí, a la hora de la verdad, cuando la cosa está color de hormiga, todos quieren participar de la buena puntería.

De esto sé mucho  porque yo mismo empece mi vida como una diminuta manchita y Alex me enseñó a engordar parejo hacia todos lados, y  pasar, de ser una mancha desordenada y minúscula, a ser un pequeño punto simétrico y regordete. También aprendí de él a desplazarme rápidametne dejando marcas en el camino y así disfrazarme de línea; aunque debo reconocer que sólo lo hago de vez en cuando porque las líneas no me caen bien. (Son todas estiradas y arrogantes, como las famas).

En el fondo sospecho que Alex también es un punto... un punto con el cabello largo, por supuesto, qué más podría decir, al final de cuentas Alex es mi amigo...
...y punto.

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Hace algunos años, mi amigo Alejandro Alex  Rodriguez escribió un cuento sobre un punto. Hoy 13 de marzo, quise recordar su cumpleaños con este pequeño cuentito que -como otros cuentos míos-, es un plagio mal recordado de lo que él escribió. Que sea un homenaje a las muchas guitarreadas que nos faltan y que todavía nos esperan... apenas crezcan un poco los hijos...


viernes, 4 de marzo de 2016

La nostalgia, el despertador y la escuela

Uno de los momentos de mayor gloria que he vivido fue aquella mañana en que, por alguna razón, mi hermana y yo despertamos antes de que mi papá se acercara a levantarnos para alistarnos y llevarnos a la escuela.

¡Ah qué triunfo! Nos hicimos los dormidos bajo las sábanas y cuando mi papá entró a la recámara gritamos ¡Sorpresa! (Sospecho que él lo sabría, no sé si podíamos aguantar la risa)

En todo caso ese es uno de los momentos de diamante que guardo en el corazón... y que a veces revivo con mi hija, quien a pesar de todo, suele despertar con gozo y ganas de enfrentar los retos que su propias responsabilidades le ofrecen.

Otras veces hay que abrazarla y poco a poco avisarle que hay un mundo aquí "que reclama el concurso de sus modestos esfuerzos" (creo que esa frase se la escuché al Che Guevara... en otro contexto, por supuesto). 

Cuando sucede eso, cuando a mi nena le cuesta un poco despertar (Usualmente los jueves, porque los miércoles regresamos de Querétaro pasada la media noche) siempre recuerdo esta canción... Que también le hace un guiño a mi esposa, que se desvela por velar el sueño de la familia.

En fin, desde que oí esta canción anhelé el día en que tendría hijos y batallaría con ellos esos momentos ante el tirano del despertador...
...y sí, lo admito...
siempre hay una lágrima que me escuece en el corazón.