No se trata de mí, se trata de Él... mi vida se trata de Él.
Me conoció desde el principio y aún así me amó hasta el final... sólo Él
Día a día me ve caer y nunca ha vuelto su espalda.
Sí,
lo sé bien:
Sólo Él.
¿Quién podía comprarme y transformarme? sólo Él...
principio y fin,
desde siempre y para siempre.
Siempre Él.
Sólo Él
bajó,
bajó
bajó
humillándose a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte...
...y muerte de cruz...
Sólo Él.
¿Y el futuro?
Sólo Él hasta la eternidad,
esa es la esperanza... la esperanza siempre es Él, sólo Él...
Y la Gloria sólo para Él... sólo para Él.
"Bendito su nombre glorioso para siempre,
Y toda la tierra sea llena de su
gloria.
Amén y Amén."Salmo 72:19
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