lunes, 7 de julio de 2008

Paciencia

Los tiempos modernos han acelerado todo; ya las palomitas (pipocas, se dice en Bolivia) no se hacen como antaño, ahora se hacen en tres minutos con solo apretar un botón. La comida viene pre-cocida, las ensaladas viene pre-desinfectadas, etc. Todo para que a la hora de cocinar todo sea más rápido.

A la hora de escribir también hemos “economizado” palabras o letras, ahora “c pde scribir n la mnera q c t ntoje”. Los niños también van desde muy pequeños a la escuela para aprender cuanto antes inglés, computación y todo eso que es necesario para ser un “hombre de éxito” en el mundo moderno, nos guste o no esa es la realidad que correteamos día a día pero…

…pero ese no es el diseño de Dios. Él diseñó el día de 24 horas y por mucho que corramos sigue teniendo 24 horas. Hay cosas que no podemos acelerar porque a pesar de que en el mundo actual las prisas nos gobiernan, en el diseño divino Dios es el que sigue gobernando… y Él no tiene prisa porque el tiempo está en su mano.

Las pruebas que vivimos requieren de tiempo porque es en ese lapso que Dios está formando su imagen en nosotros. Las pruebas desarrollan nuestra confianza en Él… pero no puede haber confianza si no hay paciencia. Yo sé que puedes decir “he hecho la voluntad de Dios y sigo en este tiempo tan duro y difícil…”, mira lo que dice Hebreos 10:36 “Es NECESARIA la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa” (énfasis mío)

Dios no quiere meterte en un microondas espiritual para que la prueba pase rápido. Sabemos que los mejores platillos no se pueden hacer de esa manera, sino que tienen que hacerse “a la antigüita” respetando los tiempos de cocción “pa que sazone”. Dios quiere hacer la obra en nosotros -Él es fiel- pero como buen artista, lo quiere hacer bien. (Filipenses 1:6)

En medio de la prueba, espera y confía, toma tu Biblia día a día y espera en Él, “…no te hagas perezoso, sino imitador de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”… dirás “¿y cómo puedo imitar a esos que no son perezosos?” lee tu Biblia y aprende de Daniel, Josué, David, etc. Ahí están… lee Hebreos 11… y ya que estás por ahí… sigue leyendo hasta darle la vuela a toda la Biblia… necesitas paciencia, pero el fruto vale la pena.

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