viernes, 1 de agosto de 2008

El Amor

Para Jacques Lacan, el psicoanalista francés, el amor era “dar lo que no se tiene a alguien que no es”, o sea un convenio de mutuo engaño. Shakespeare, en cambio, en “Romeo y Julieta” plantea que el amor es “el humo engendrado por el hábito de los suspiros”. Y hay quien no se inmiscuye en la tarea de la definición del amor, sino en su “caducidad” y citan a Vinicius de Moraes en célebre frase: “el amor es eterno mientras dura” * En todo caso, la concepción cotidiana del amor es barata y poco esperanzadora.

Pero la Biblia nos muestra que el amor no está basado en un sentimiento porque los sentimientos son fluctuantes y dependen –en la mayoría de los casos- de las circunstancias, de las ambiciones personales y el egoísmo (“…te amo porque me siento bien… pero si ya no me siento bien... ya no te amo…”)
El amor bíblico es, en primer lugar, una decisión individual y consciente; un acto de la voluntad. Jesucristo dijo “Un mandamiento nuevo os doy…” (Juan 13:34) no dice un “sentimiento” sino un “mandamiento”. El amor es un acto deliberado y personal.

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16) Dios no “sintió” que nos amaba, sino que decidió amarnos y envió a su Unigénito. Cristo no “sintió” amarnos, sino que decidió amarnos hasta la muerte y lo demostró en la Cruz del calvario. Nadie le quitó la vida, sino que Él decidió ponerla por nuestro rescate (ver Juan 10:17-18) Fue su decisión.
Por todo eso, el amor verdadero (ya sea a tu esposa, a tus padres, a tus hijos o a tus vecinos -o incluso a tus enemigos-) no es un sentimiento al que debes seguir, sino un acto de obediencia.

Si tú decides obedecer, (amar a quien no “sientes” amar) Dios te dará el poder hacerlo, no es un acto místico o esotérico, sino simplemente un acto de obediencia. ¿Vas a obedecer?
(Tal vez te preguntas “¿Cómo es que Dios me dará el poder para hacer algo que no puedo hacer?”, lo veremos la próxima semana…, mientras tanto sólo obedece y ama a tu prójimo)

*Frase común, extrapolada del poema “soneto da fidelidade” (“soneto de fidelidad”) del poeta Vinicius de Moraes:
(fragmento)
“Eu possa me dizer do amor (que tive):
Que não seja imortal, posto que é chama
Mas que seja infinito enquanto dure”

“Pueda yo decir del amor (que tuve)
Que no sea inmortal, puesto que es llama
Pero que sea infinito, mientras dure”

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