sábado, 25 de febrero de 2017

Apuntes de mi clase de Historia de la iglesia (2a Parte)

La pax romana, las carreteras construidas, la tecnología alcanzada, etc. Todo eso permitió que en el primer siglo hubiera mucho intercambio de ideas a lo largo y ancho de todo el Imperio Romano. Debido a esas condiciones surgieron-por lo menos- tres fenómenos que moldearon la sociedad que vio nacer a la iglesia primitiva:
  1. Cosmopolitanismo. Es decir, había ciudadanos de todo el mundo en todo el mundo. Un habitante del Imperio Romano podía vivir en una comunidad en la que había vecinos de distinta raza y distinto credo, dando a la sociedad en general un sabor multicultural.
  2. Individualismo. Debido a la gran difusión de ideas y nuevas costumbres, cada quien podía elegir su destino. Es decir, antes se heredaban los oficios, la fe, las costumbres, etc. Pero ahora, con el "cosmopolitanismo" del que hablamos en el punto anterior, cada quien podía buscar y definir su identidad de acuerdo a su propio deseo y conveniencia, algo que no sucedía antes.
  3. Sincretismo. Los dos factores anteriores permitieron que el individuo mezclara su propia cosmovisión y su cultura con la cultura de otros lugares, dando como resultado una mezcla de ideas, religiones y percepciones de la realidad.

Estos tres fenómenos, (que hoy llamaríamos "globalización"), nos acompañan hoy día en la sociedad actual. Cada ciudad está compuesta de migrantes de todas las latitudes, además hay un fluir de ideas nuevas que atraviesan el globo terráqueo en cuestión de segundos. Las nuevas ideas se funden con antiguas y -en vez de sustituírlas-, se suman, mezclan y transforman. Y hoy más que nunca, el individuo define su identidad de acuerdo a su propia percepción de sí mismo y de la realidad.

Por tanto, si las condiciones actuales son las mismas que rodearon a los primeros disípulos ¿no deberíamos estar sin temores ante lo que la sociedad representa el día de hoy? A veces nos quejamos que nos tocó vivir en medio de una sociedad "demasiado liberal..." ...pero para los primeros cristianos esa no fue una desventaja sino todo lo contrario.

El mundo está ansioso de la verdad... la ha sustituido con muchos otros elementos pero todo ello no ha apagado la sed de propósito que está en el corazón de cada persona. Es que, aunque se nieguen a aceptarlo, aunque se adormezcan con placeres, "aunque prohíban el agua (como decía Galeano), nadie puede -porque no se puede-, prohibir la sed". Y nosotros tenemos esa agua de vida que puede cambiar el destino de todos alrededor...

Pensaba en esto cuando recordé esta canción, (es de Patricio Mena), tal vez nos sirva de exhortación a todos:




jueves, 16 de febrero de 2017

Una mina de coraje...

Esta semana se celebró el día internacional de la radio y yo no he podido sacar de mi mente las inolvidables clases del Lic. Reyes cuando mi anhelo era hacer producción de radio educativa en radios comunitarias.

Una de las cosas que más me impactaron de la materia de radio, en la universidad, fue un libro que narraba la historia de la radio Pio XII, ubicada en el distrito minero Siglo XX, en el departamento de Potosí, Bolivia. Esta radio fue fundada para tratar de adoctrinar a la población minera y evitar que llegaran a sus oídos los peligrosos mensajes del comunismo, que -a mediados del siglo pasado- corrían por todas las poblaciones rurales de latinoamérica.

La cosa es que dicha estación, que en sus primeros años fue bombardeada con dinamita por parte de los mineros; terminó siendo un bastión de los mismos mineros que la defendieron de los posteriores ataques de gobiernos militares que buscaban silenciar a un movimiento revolucionario. Es decir, la estación de radio pasó de ser el blanco de dinamitazos de parte de los mineros, a ser el blanco de ataques de parte del gobierno... mientras los mismos mineros ahora daban su vida defendiéndola.

El autor, José Ignacio López Vigil, entrevistó a los protagonistas más importantes de todo ese movimiento minero (muchos de los primeros dirigentes habían muerto o desaparecido en las distintas intervenciones militares). Luego, al tener las entrevistas completas, lo que hizo fue transcribir textualmente los relatos, es por eso que al leerlos uno puede sentir claramente las emociones que inundan a esos hombres y mujeres porque ni la gramática ni la sintáxis fue corregida. López Vigil registró y publicó la narración tal como hablan los mineros de esa zona (Que en su mayoría no tienen al español como lengua materna y  por ello su forma de expresarse es distinta a un hablante de la ciudad). Además, deliberadamente omitió los nombres de los protagonistas, porque un mismo hecho era contando por muchos desde diversos ángulos de dolor.

La lectura de ese libro despertó temor, dolor y rabia porque sabía que lo que leía era algo que había sucedido en verdad. Lloré con el relato de la matanza de San Juan y con el valor de quienes murieron al micrófono alertando a la población de un inminente golpe de estado.

En una ocasión le regalé el libro a una amiga, quien un tiempo después me confesó que no pudo terminar de leerlo debido a las pesadillas que tenía por lo impresionante del relato.

Si quieres, puedes descargar el libro en este enlace: "Una mina de coraje" (El libro está bajo licencia Creative Commons, o sea que puedes descargarlo gratuitamente sin violar ningún derecho de autor)

En Semilla tenemos una estación de radio por internet (http://semillaradio.com). Allí puedes encontrar conferencias, música y programas especiales. Si todavía eres de aquellos que alcanza a ver con el oído, visítanos de tanto en tanto.

Bueno, todo eso recordaba esta semana mientras oía que en todas partes se celebraba a este antiguo -pero vigente- medio de comunicación.

sábado, 11 de febrero de 2017

Así va la historia de la historia

Estoy tomando una clase de historia de la iglesia y pensé en compartir aquí algunas cosas que voy aprendiendo.

La primera tiene que ver con la concepción que, como creyentes, tenemos de la historia misma. La manera en que nos acercamos a la historia es única porque tenemos tres convicciones:

  1. Dios interviene en el mundo.  Es decir, creemos que Dios no está indiferente a los asuntos humanos sino que escucha y contesta oraciones, Él mismo se revela a la humanidad, etc. Es decir, como seres humanos contamos para Él y se interesa por nosotros.
  2. Dios guía la historia. O sea, la historia misma cumple un propósito de Dios. Desde el Génesis vemos a Dios desarrollando un plan y un propósito. La historia no es una colección de eventos cíclicos sino que es lineal porque tiene un rumbo y una dirección a la que, pase lo que pase, llegará en el momento correcto.
  3. Dios traerá una conclusión a la historia. Es decir, Dios mismo determinará el momento en que todo terminará y Él ha determinado cómo ha de ser el final de todo.

El humanismo está desprovisto de estas convicciones; deliberadamente se ha desvestido de esto y por ello carece de esperanza. 

Lo maravilloso del pensamiento cristiano y su visión es que esto no sólo aplica a la historia global de la humanidad, sino que esta postura es válida también en la vida cotidiana de cada individuo que ha creído:

  • Creemos que Dios interviene en nuestro mundo y contesta oraciones, se revela diariamente y consuela con consuelo verdadero.
  • Creemos que a los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien (Romanos 8:28). Es Dios quien teje los hilos de nuestra historia, y cada cosa tiene un rumbo y un propósito. No vivimos eventos al azar y no somos víctimas de las circunstancias.
  • Creemos que Dios ha determinado el final de todas las cosas: Reunir todas las cosas en Cristo (Efesios 1), por ello, todo lo que está hecho en Cristo es verdadero y permanecerá en día final, mientras que lo hecho en nuestras fuerzas será quemado... por eso atesoramos en el Cielo, no en la tierra.
Al final de cuentas la meta de nuestra historia no es contar el pasado sino hablar de la esperanza gloriosa a la cual nos dirigimos. Un día todo lo que hoy es actual y "relevante" sólo va a ser un eco en la historia mientras que Su Palabra permanecerá para siempre.