viernes, 21 de agosto de 2015

No me asusta el acertijo...

Interpretando "El teléfono del amor"
1991
Les Luthiers me acompañó desde pequeño. El primer cassette (sip, en aquellos tiempos eso era un gran avance tecnológico) que llegó a mis manos fue "Hacen muchas gracias de nada", a mediados de los años 80.
Recuerdo haberlo desgastado escuchando todo una y otra vez; como es lógico, no entendía ni la mitad de los chistes ni referencias que se hacían, pero no importaba, lo que alcanzaba a entender era suficiente.
A pesar de no comprender bien lo que se decía (además hay que recordar que no existía el internet, por tanto no había dónde buscar la letra de las canciones o cosas semejantes) memoricé todo el show, simplemente de escucharlo tanto.

La payada de la vaca
1992
En los tiempos de colegio nos dedicábamos a representar esas obras cada que había alguna oportunidad. Como no había videos, rellenábamos con imaginación todo lo que no teníamos en conocimiento.
Años después, y en los momentos más inesperados -de pronto y de la nada- alguna idea cobraba sentido y comprendía el chiste o el juego de palabras. Alguna vez me sucedió eso estando en un autobús de la línea 4, camino a mi casa, y no pude aguantar la risa... lo que me generó miradas al rededor porque sin ningún tipo de razón este muchacho comenzó a reírse en medio de un trayecto sin gracia.

Con la Palabra de Dios nos pasa igual. Muchas cosas no las comprendemos bien, pero si las guardamos en nuestro corazón, en algún momento el Espíritu Santo unirá los cabos sueltos y en el instante adecuado todo estará claro. También me ha sucedido eso: pasajes que estoy meditando porque no los comprendo, luego de un tiempo, sin previo aviso y sin nada relacionado, cobran significado... normalmente no me carcajeo como me pasó con Les Luthiers, pero siempre es un motivo de gozo.

Todavía hoy, treinta años después (¡Cómo pasa el tiempo!) puedo decir de memoria shows completos de Les Luthiers. De hecho, muchas veces digo frases que son tomadas directamente de sus conciertos (En las introducciones que hago para Converso verso a verso, frecuentemente hago alusiones a diálogos de Les Luthiers). En la universidad, con un grupo querido de amigos hablábamos casi en clave citando frases y palabras lutherianas.

Que La Palabra abunde en nuestros corazones y podamos meditar en ella, no sólo hasta memorizarla, sino hasta que sea parte de nuestras vidas.

Esto lo escribo hoy porque amanecí con la noticia de la muerte de Daniel Rabinovich, uno de los integrantes de Les luthiers.
¡Achicoria!

Para quienes no conocieron a Les Luthiers, aquí un tema que canta Daniel Rabinovich "Neneco"


2 comentarios:

  1. Gracias por esta buena y desahogada lectura, Ibert. En verdad pude imaginar escenas en mi mente sobre el relato que haces.

    Reír sin ofender y que la causa de la risa no sea de algo ofensivo, alimenta el alma.

    Gozar sin mayor motivo que reconocer la grandeza de Dios, es buen motivo para hacernos el día y la vida.

    Dios te Bendiga. Saludos desde Hermosillo.

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  2. Un abrazo querido David. Espero volver a encontrarnos pronto.
    Un saludo a toda la familia en Hermosillo.
    Bendiciones

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