viernes, 26 de junio de 2009

Una cita con Dios

Pablo nos dice en el capítulo uno de Romanos que él simplemente es un siervo (esclavo) de Jesucristo y que ha sido apartado para el evangelio de Dios. Este evangelio, que no es un invento nuevo, sino que Dios mismo lo había prometido en Las Escrituras por medio de sus profetas.
Un evangelio que se trata de Jesucristo, no de riquezas en la tierra, sinó sólo de Jesucristo. Él fue declarado Hijo de Dios por el Espíritu de Santidad cuando resucitó de entre los muertos y es Él quien nos da el llamado a obedecer a la fe en todas partes, por amor de Su Nombre.

Un evangelio que podemos compartir con aquellos que están buscando una razón para vivir. Un evangelio, no para los buenos... sino para aquellos que aunque estén en la cima del "éxito" están muertos.

Si ya conoces el evangelio, simplemente compártelo, encuentra a alguien que no conozca de Cristo y -como dice Patricio Mena (cantante Ecuatoriano)- "Tú que comes del pan de la salvación... ...Sácale una cita con tu Dios"


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