sábado, 27 de diciembre de 2008

(Como decía Silvio) "Si fuera diez años más joven..."

...hace ya mucho tiempo que Silvio escribió esos versos, y desde la adolescencia, cada que escuchaba esa canción hacía memoria de qué había pasado en mi vida diez años antes.
Hoy, 27 de diciembre, simplemente me suena en la memoria porque hace diez años, el 27 de diciembre de 1998, desperté por primera vez en México. Había llegado un día antes sin saber muy bien lo que estaba haciendo, estaba emocionado y -lo confieso- un tanto asustado.
Pero al despertar, el 27 de diciembre, ya tenía más claro lo que estaba pasando. Esa noche dormí en una recámara que daba justo a la entrada del metro copilco y me despertó el bullicio cotidiano de la gente. Había dormido poco porque estaba demasiado nervioso para dormir.

Desde esa época hasta el día de hoy, han pasado muchas cosas en mi vida y muchas cosas han cambiado. Aprendí a tocar batería, el internet se hizo popular, cambié 3 ó 4 veces de celular, conocí mucha música nueva y descuidé antigüos gustos musicales, etc. Pero mi necesidad principal no ha cambiado, y el remedio para mi necesidad tampoco ha cambiado.
He cambiado modales, ha cambiado mi forma de hablar y muchas más cosas, pero mi necesidad de Dios no ha cambiado ni un poquito, sigo siendo torpe cuando trato de hacer las cosas a mi manera y sigo siendo inutil cuando creo que yo sólo puedo hacerlo mejor. Cada día que pasa eso se afirma en mi vida, sin ÉL nada soy, sin Él nada importa, sin Él nada existe, sin Él todo es nada.
Tal vez seguirán cambiando muchas más cosas, no solo en mi vida, sino en el mundo (puede que haya más "onces de septiembre" y más guerras y devaluaciones) pero una cosa tengo clara: Lo que está escrito en mi Biblia es más firme que el suelo que estoy pisando, y es lo único de lo que sé que puedo agarrarme confiadamente: Su Palabra.

Sólo quisiera que te tomaras unos segundos para leer este fragmente de 1 Pedro que te puede ayudar a direccionar tu vida para los próximos años. (tal vez hasta te los sabes de memoria, pero tómate unos segundos para leerla como si fuera la primera vez que escuchas esto). Sería increíble que en diez años voltees hacia atrás y veas que has estado viviendo obedeciendo lo siguiente: (el énfasis añadido es mío)

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy Santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Porque:
Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;
Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada."
(1 Pedro 1:13-25)

Cada frase en negritas creo que nos da un "tip" que quiero probar los próximos diez años... o tal vez un poco más:

Ceñid... "agarra la onda, abre los ojos, ponte atento"
Esperad... "aprende a depender de Él"
No os conforméis... "muere a ti mismo, vives para su Gloria"
Conducíos en temor... "Él es Dios, nosotros polvo, no al revés, no pierdas de vista esa perspectiva"
Siendo renacidos... "Debes permanecer en la Palabra de Dios, es la que te da ánimo en tiempos difíciles, la que te regresa la perspectiva, la que te hizo renacer al oir el evangelio.... permanece en la Palabra de Dios"
La Palabra de Señor permanece para siempre... "no te va a fallar: confía, cree y obedece"

lunes, 22 de diciembre de 2008

Espera...

Los minutos se arrastran, arrastrando los segundos que los siguen.
Me quedé dormido un rato y algunas personas ya no están alrededor, otras nuevas han llegado.
Ya recorrí todos los pasillos una y otra vez, y no hay nada que me interese, sólo quiero llegar ya a casa.
Estoy en el Aeropuerto de El Salvador (que nombre tan interesante para sentarme a escribir esto). Todavía me quedan 6 horas antes de que salga mi vuelo, unas cuantas horas de vuelo y luego tengo una escala en Lima y continuamos el viaje... es pesado pero vale la pena soportarlo porque voy a visitar a mi familia.
Verás, a veces en mi vida con Cristo me pasa lo mismo. A veces las pruebas me abruman y me quedo dormido y cuando despierto algunas personas alrededor mío ya no están y otras nuevas han llegado... y cuando veo hacia adelante veo que todavía falta mucho para que la prueba pase. Pero, cuando pienso en la meta... ah... ahí todo cambia porque entonces la prueba vuelve a tener el valor que realmente tiene: es pasajera, un día terminará.
El viaje no tiene valor por el viaje sino por el lugar a donde estoy yendo y las personas que voy a ver... es igual con Cristo. Si te enfocas en lo que está sucediendo puedes perder la perspectiva... hay una meta y Él nos está esperando, y un día todo esto va a terminar.
Odio los despegues y aterrizajes, realmente me estresan, pero, sé que con cada despegue y aterrizaje que paso ya estoy más cerca de la familia que me está esperando en Bolivia. Con las pruebas es igual, cada prueba solo es la muestra de que ya está más cerca nuestra redención... y entonces podemos tener sumo gozo cuando nos hallamos en diversas pruebas, como nos dice Santiago.
Bueno, tengo que volver a mirar la nada por la ventana del aeropuerto y volver a imaginar lo que platicaré con mis padres y mis hermanos cuando llegue a Santa Cruz... Feliz Navidad a todos, que Dios los bendiga.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Tanto, tanto, tanto…

Tenemos –o por lo menos yo tengo- tantas cosas por las que podemos dar gracias a Dios. Me recuerda a Daniel. En Daniel 6:10 lo vemos poniéndose de rodillas dando gracias a Dios ¿¡Qué!? Acaban de firmar un edicto que lo puede matar, sin contar que lleva más de setenta años deportado en Babilonia, sin contacto con su familia de la que fue arrebatado cuando era un niño (Daniel 1), ha vivido amenazas de muerte (Daniel 2) ¿y al final de su vida da gracias?

Mira, Pablo nos dice “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18) Esa es la clave, ser agradecidos EN todo. La palabra “en” corresponde al número G1722 del Dr. Strong, y en el original griego es una "preposición que indica una posición de lugar, tiempo o estado"; o sea que debo dar gracias en todo lugar (casa, trabajo, escuela, calle, etc.) también en todo momento (mañana, tarde, noche, en la juventud, en la vejez, etc.) y en todo estado en que me encuentre (en enfermedad, en salud, en alegría y en tristeza, etc.)

Ahora, alguien dirá: “ok, estoy de acuerdo, pero ahí dice dar gracias EN todo, no POR todo” mmm… sí, eso dice… ahí, pero si volteas unas páginas en tu Biblia, en Efesios 5:19-20 dice “…cantando y alabando al Señor en vuestro corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (énfasis añadido)

Así es, debo dar gracias a Dios EN todo y también POR todo, incluso si estoy viviendo algo que es difícil y doloroso. ¿Por qué? porque esa es la voluntad de Dios para con nosotros, en Cristo Jesús (1 Tesa 5:18), y sé que Su Voluntad es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2), por eso “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” (Romanos 8:28), porque aún en tiempos difíciles tengo la certeza de que Dios no me está torturando, sino que está trabajando en mi vida, por amor y con amor. Y eso es algo para agradecer, ¿no?

Déjame animarte a hacer una lista de cosas por las que puedes agradecer a Dios, a pesar de lo que estés viviendo, mi lista empieza así: Gracias por la Cruz, por que podría no conocer a Jesús y lo conozco (¡Y Él me conoce a mí!), por mi esposa, porque me acaban de regalar una lavadora, porque anoche tuve un techo sobre mi cabeza, porque tengo una Biblia y sé leer, por el helado de vainilla de häaguen-dazs , por mis papás y mis hermanos, por el abre fácil de los “kinder delice”, por mi dolor de espalda, porque Dios es fiel, porque tal vez un día voy a ser papá… qué onda, ¿tú por qué das gracias?